ADQUISICIONES: Ropa de Cama ZARA HOME

Los que me seguís con asiduidad ya habréis descubierto que una de mis tiendas favoritas para el "atrezzo" de mi casa es ZARA HOME. Sencillamente me lo llevaría todo, creo que es una tienda en la que entras y te enamoras de todo lo que ves (y éste no es un post patrocinado).

Hoy os invito a que veamos algunas de sus propuestas para esta temporada para ropa de cama. A mí al menos me ocurre que observando estas fotografías se me ocurren cientos de cosas, son como una fuente de inspiración...

Me encantan las propuestas que crean para el lookbook donde si os fijáis todas las camas aparecen deshechas, como descuidadas, y sin embargo, no da la impresión de desorden sino todo lo contrario, parecen camas acogedoras dispuestas a arroparte, ¿no os da esa impresión?

De este primer grupo destaco el color azul mezclado con camel, en la tercera imagen. El azul mezclado con blanco no me suele gustar demasiado, me recuerda al mar y me encanta para un piso en la playa, pero no para todos los días de invierno. Sin embargo, mezclado con camel me parece muy elegante. Además, de todos los cabeceros me parece con diferencia el más bonito. Este cabecero lo han vendido durante mucho tiempo en la web, pero ahora mismo no aparece, no sé si estará agotado o descatalogado...

Estas propuestas me parecen demasiado coloridas para el invierno. Cuando entra el otoño me apetece empezar a vestirme con colores oscuros, estoy deseando estrenar o sacar del armario la ropa de abrigo, ¿no os pasa igual? Pues lo mismo con la ropa de casa, tengo ganas de  de marrones, de grises, de ocres... No me apetecen el verde limón ni el rojo... Quizás aceptaría el malva, tendría que pensarlo...

Definitivamente sí, ésta es mi elección: la gama de los tostados mezclados con blancos o con turquesas. Elegancia, serenidad, descanso,... Todo eso me sugieren estas imágenes. Me encantan los edredones acolchados que se ven a los pies de la cama, os los recomiendo 100%.

Quizás demasiado sobrio, demasiado oscuro... Habrá que esperar unos meses todavía... Eso sí, ¡el cabecero-sofá orejero me lo llevaba puesto a casa! ¡No sé cuántas camas voy a necesitar!