Trabajar en un escritorio como éste tiene que ser una gozada, y creo que son dos las claves para conseguir este efecto tan atractivo: la luminosidad y el orden. Si os dais cuenta, ambas son posibles de conseguir de forma sencilla:
En el caso de la luminosidad, es cierto que se aprovecha el gran ventanal para colocar justo bajo éste el escritorio, pero además se consigue mucha más claridad gracias a los muebles en blanco y en madera color haya que ayudan a reflejar la luz, aparte del suelo en el mismo tono que también contribuye a este efecto. La iluminación artificial también juega un papel importante, y me parecen increíbles las dos lámparas que cuelgan del techo, dicho sea de paso.
En cuanto al orden, además de reinar el minimalismo gracias a la balda volada que funciona de escritorio, es fundamental una gran estantería para almacenar libros, y el mueble de puertas abatibles que nos permite esconder todo aquello "molesto" de ver.
Por último, como no, tengo que destacar esas maravillosas sillas Eames que dan el punto "estiloso" al conjunto. ¡De diez!
Vía:
1 - Achados de Decoraçao
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