Seguro que much@s de vosotr@s habéis tenido alguna vez el lavadero integrado en la cocina. Actualmente en mi casa no es así, pero sí recuerdo en la antigua casa de mis padres que el lavadero estaba al final de la cocina, puesto que ésta era muy alargada. Francamente lo pienso y me parece una solución poco acertada, puesto que toda la luz que entraba por la ventana que se encontraba al final de esta cocina se quedaba en el lavadero, y la cocina resultaba ser prácticamente interior. Además, al estar el lavadero independizado (cerrado con su propia puerta que recuerdo que era de cristal traslúcido), resultaba casi como un trastero, un espacio desordenado, caótico y poco cuidado.
Cuando ayer vi esta imagen recordé perfectamente esta antigua cocina y me pareció la solución perfecta. El lavadero se integra en la cocina, no es un espacio independiente, pero queda diferenciado de ésta gracias a dos paneles verticales de madera realizados con listones. Se consigue una independencia visual pero no total, de manera que la luz entra en toda la cocina. Además, se aprovechan estos listones para colgar macetas que resultan muy decorativas, ¡esto me ha parecido de lo más ingenioso! ¿Verdad que así da gusto tener el lavadero en la cocina?
Vía:
1 - Achados de Decoraçao
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